La modelo argentina Mariel Aereboe, reconocida por sus apariciones televisivas en la década de los noventa y dos mil, regresó a Chile junto a sus dos hijas luego de permanecer por varios años radicada en Miami, Estados Unidos, con su ahora exesposo, el también modelo Pedro Lladser.
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A tres años de su separación fue que la exfigura televisiva de 50 años tomó la decisión de retornar al país, que si bien no es donde nació, le dio trabajo y notoriedad pública gracias a sus frecuentes apariciones en programas como “Venga conmigo”, de Canal 13.
Luego de su salida del espacio conducido por José Alfredo Fuentes, Mariel se dedicó a emprender en negocios alimenticios junto a su pareja, Lladser, con quien posteriormente se casó en 2016 y tuvieron dos hijas (María Julieta y María Josefina), que llegaron luego de variados e infrutuosos intentos por embarazarse. “Me hice muchos tratamientos, incluso pensamos en la adopción”, dijo a mediados de 2000 la argentina, quien ya radicada en Estados Unidos con su marido pudo concretar su anhelada maternidad.
El nuevo modelo de vida de Mariel
Sin embargo, desde diciembre del año pasado Aereboe está de retorno en el país, luego de tres años separada de Lladser, con el objetivo de retomar su carrera profesional. Ya sea con su nuevo emprendimiento (“Celeste”, que se dedica a vender dulces argentinos envasados, como medialunas y facturas) o algún empleo que le permita “estar con mis hijas”.
“Las cosas no resultaron. Las niñitas ya habían empezado el colegio allá (en Miami) pero decidimos volvernos. En vez de vivir en Concón, me quise instalar en Santiago porque después de 16 años de no vivir acá me podía ubicar un poquito mejor para buscar pega”, cuenta Mariel en entrevista con lun.com, donde reconoce que la soledad de verse lejana a su familia fue uno de los factores más relevantes a la hora de decidir el regreso a Chile junto a sus hijas. Aunque ello le significara partir de cero.
“Ellas querían volver a Estados Unidos pero las condiciones no se dieron y las tuve que convencer. Para mí este cambio significa volver a insertarme en el medio laboral. Tengo un emprendimiento de desayunos, pero no es algo de lo que pueda vivir. Quiero hacer algo que me guste y que me permita estar con mis hijas. O sea, encontrar el trabajo ideal, jajajá. Sé que va a ser difícil, pero vamos de a poco”, confiesa la modelo, quien asume que el apoyo familiar será crucial para rehacer su vida luego de su separación.
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“Esta es la segunda parte de mi vida. Lo bueno es que ahora no estoy tan sola y el apoyo de sentirme querida y protegida es algo bueno. En Estados Unidos sí que estaba sola. Allá me hubiera costado relacionarme y conocer gente. En el tema de los hombres, por ejemplo, en Chile uno maneja más o menos cómo son las cosas, todavía se pincha, sales, mientras que allá son muy directos. La parte sentimental es primordial para mí. Porque estar separada con dos hijas y venir a un lugar donde no tenés amistades es algo que te hace sentir fuera de todo”, reafirma Aereboe, quien reconoce estar feliz y esperanzada en su retorno.
“Acá me siento querida y acompañada. Y es increíble que la gente se acuerde de mí. Pensé que en Santiago iba a pasar piola pero me dicen harto ‘oiga, usted trabajaba en la televisión’. Han sido muy cariñosos”, dice la modelo, que además reconoce que Chile es su lugar en el mundo.
“Lo primero fue el apoyo familiar. Sin ellos no hubiera podido. Después está la fortaleza que te dan los hijos porque por ellos no podés decaer. Y haber vuelto a Chile, a mi gente, mis referentes y costumbres, me tranquiliza. Siento que es mi lugar”, cerró.