El Congreso de EE.UU. está impulsando una legislación para obligar a las automotrices a mantener las radios AM en los vehículos, luego de que varias empresas, como Tesla y Ford, decidieran eliminar esta opción en sus autos eléctricos. Estas compañías afirman que los motores eléctricos interfieren con la calidad del audio. Sin embargo, para millones de oyentes, especialmente aquellos que escuchan radio mientras conducen, esta decisión podría poner en riesgo la viabilidad de las más de 4.000 estaciones AM en todo el país.
La industria de la radio está luchando contra esta tendencia, abogando por la aprobación de la ley AM Radio for Every Vehicle Act, que se está debatiendo en ambas cámaras del Congreso. El senador Ed Markey, uno de los principales promotores del proyecto, describe la radio AM como “una herramienta esencial en emergencias y una fuente irremplazable de noticias, clima, deportes y entretenimiento para decenas de millones de oyentes”.
La importancia de la radio AM en los automóviles
Desde finales de la década de 1920, la radio AM ha acompañado a los conductores en sus viajes. Los primeros vehículos con cabinas cerradas permitieron a los pasajeros disfrutar de la radio mientras conducían, y en 1930, General Motors comenzó a instalar radios en sus nuevos modelos Cadillac. Chrysler siguió sus pasos, anunciando autos de lujo equipados para la instalación de radios Transitone, promovidos bajo el lema: “Nunca estarás solo con un Transitone”.
A medida que avanzaba la década de 1930, las radios de fábrica se volvieron una característica común en los automóviles, mejorando la experiencia de manejo con controles accesibles desde el tablero. Ya para 1940, el 20% de los autos en EE.UU. incluían radios integradas, permitiendo a los conductores sintonizar noticias y entretenimiento mientras recorrían las carreteras en expansión del país.
El impacto del declive y la competencia de la radio FM
En los años 50, la tecnología de transistores permitió la instalación de radios más pequeñas en los automóviles. Sin embargo, la llegada de la radio FM, con mejor calidad de sonido y menos interferencias, comenzó a desplazar a la AM como la opción preferida para los automovilistas. Aunque las estaciones de AM mantuvieron una fuerte presencia en las áreas rurales, donde la radio sigue siendo una fuente importante de noticias locales y emergencias, la mayoría de los contenidos musicales y de entretenimiento se trasladaron a la FM.
La era corporativa y el declive de la radio AM
A partir de la década de 1980, las grandes corporaciones comenzaron a consolidar el control de las estaciones de radio, limitando la programación local y fomentando contenido más estandarizado. La Ley de Telecomunicaciones de 1996 aceleró este proceso, entregando el control del futuro de las emisoras AM y FM a grandes intereses comerciales. Hoy, muchas de las emisoras AM, especialmente en las zonas rurales, priorizan programas de opinión política, alejándose de su misión original de servicio público.
El futuro de la radio AM en los vehículos
Sin embargo, el futuro de la radio AM no tiene por qué seguir ese camino. Las estaciones comunitarias de Low Power FM, diseñadas para servir a intereses locales, han demostrado que es posible generar una programación diversa y enfocada en las comunidades. Si el Congreso reconoce a la radio AM como un servicio público esencial, podría restablecer los estándares de interés público que alguna vez impulsaron la diversidad en la programación.