La automotriz china BYD encendió las alarmas del sector al anunciar un nuevo paquete de incentivos y subsidios para más de 20 modelos vendidos en el mercado doméstico. Entre ellos, destaca el Seagull, un hatchback eléctrico cuyo precio base se redujo a 55.800 yuanes (aproximadamente $7.765 USD). La promoción exige entregar un auto usado a cambio, pero representa un nuevo hito en la guerra de precios que sacude al mayor mercado automotor del mundo.
La reacción del mercado fue inmediata: el lunes siguiente, las acciones de BYD cayeron un 8,6% en Hong Kong, Geely se desplomó un 9,5%, y otras como Leapmotor y Nio perdieron entre 3% y 8,5%.
Tecnología gratis y reacción en cadena
Para agravar la situación competitiva, BYD comenzó a ofrecer su sistema de conducción asistida DiPilot sin costo adicional en modelos con precios desde los 69.800 yuanes ($9.555 USD). Esta maniobra, vista como agresiva por los analistas, llevó a otras marcas como Geely y Leapmotor a lanzar descuentos similares.
Según Citi, el tráfico en concesionarios se disparó entre un 30% y 40% tras el anuncio. Aunque eso puede impulsar ventas a corto plazo, también amenaza con erosionar aún más los márgenes del sector.
Advertencias desde la cúpula del sector
Wei Jianjun, presidente de Great Wall Motor, advirtió que la industria automotriz china atraviesa una fase “poco saludable”, con fabricantes priorizando su valor bursátil por sobre la rentabilidad. Pero fue más allá: denunció un fenómeno emergente —vehículos registrados como vendidos, con matrícula incluida, pero que jamás han sido conducidos— que están siendo comercializados como autos usados en plataformas de segunda mano.
Según Wei, entre 3.000 y 4.000 vendedores están ofreciendo este tipo de unidades en China, un subterfugio para inflar ventas de vehículos nuevos mientras se maquillan cifras.
Reguladores toman cartas en el asunto
La polémica llevó al Ministerio de Comercio de China a convocar a las principales automotrices —incluidas BYD, Dongfeng y Leapmotor— junto con organismos como la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM) y la Asociación de Concesionarios de Automóviles de China (CADA). La reunión, programada para este martes, buscaría abordar las consecuencias del fenómeno de los “autos usados con cero kilómetros” y las tácticas para cumplir metas agresivas de ventas.
Tras revelarse esta cita, las acciones de BYD y Leapmotor volvieron a caer, con una baja del 3,1% cada una. El índice automotor del Hang Seng retrocedió más del 2%.
¿Hasta dónde llegará la competencia?
A medida que los fabricantes ofrecen más tecnología gratuita y recortan precios de forma dramática, el debate sobre la viabilidad del modelo se intensifica. Algunas unidades han visto su valor caer de 220.000 a 120.000 yuanes ($30.610 a $16.700 USD) en pocos años, lo que plantea dudas sobre la sustentabilidad y la calidad.
En este contexto, la industria china de vehículos eléctricos se enfrenta a un dilema: o reestructura sus estrategias para lograr rentabilidad sostenible o corre el riesgo de una sobreoferta insostenible que podría derivar en una crisis.